Gorintö poético

Dejo a mi ser
bailar con la lluvia,
cantar en la hoguera,
volar entre las nubes,
jugar con la arena.
Dejo a mi ser
explorar el VACÍO
y perderse en la muerte
para encontrar la vida.




Dejo al deseo
transformarse en mentiras,
para descubrirlas
me ato a una fina cuerda
y sueño sin mirar atrás,
como una cometa
henchida de AIRE.





Dejo al miedo
transformarse en alimento,
para quemarlo
me retuerzo de mil formas
y recorro mil caminos,
así logro encender
mi FUEGO.





Dejo la ansiedad
transformarse en sal,
para diluirla
me zambullo
en lágrimas viejas
y nostalgia fingida,
y así voy fluyendo
en el AGUA.




Dejo la culpa
transformarse en ira,
para aceptarla
busco el consuelo
en tus abrazos
y tus besos,
así me arraigo
a la TIERRA.




Un Gorinto es una estatua japonesa, hecha normalmente de piedra, para simbolizar los cinco elementos naturales: tierra, agua, fuego, aire y vacío.

En un Gorintö poético se utilizan los cinco elementos naturales para construir poesías con cierta relación entre ellas y de esta manera crear nuestra propia pagoda.
A continuación detallo las principales características de cada elemento por si te apetece escribir tu propio Gorintö poético. Si es así, por favor házmelo saber, me encantará leerlo.

TIERRA: El elemento tierra nos sostiene. La tierra es sólida, pesada, densa, estable, funcional. Nos ancla en el presente, nos tranquiliza y nos da paciencia. Nos aporta el equilibrio y ecuanimidad con las cosas. Nos da una base fuerte para establecernos. En el cuerpo físico se trasladaría a los pies, las piernas, los huesos y los músculos. En la naturaleza a la tierra, las piedras, las montañas, los árboles, las personas. Un exceso de elemento tierra puede llevarnos al inmovilismo, pereza y gordura.

AGUA: El elemento agua nos alivia y nos sana. El agua es flexible pero fuerte, estable, pesada, húmeda, suave. Nos hace fluir en el presente, nos aporta movimiento,
paz interior, adaptabilidad. Nos da el espacio suficiente para movernos y realizar
cambios. En el cuerpo físico se trasladaría a la cadera, la vejiga, la sangre y los fluidos. En la naturaleza a los ríos, el mar, las plantas y las nubes. Un exceso del elemento agua puede sumergirnos en la melancolía y la tristeza hasta llegar ahogarnos.

FUEGO: El elemento fuego es el motor de la voluntad y de la creatividad. El fuego es caliente, ligero, conmovedor, feroz. Nos ayuda a superar los desafíos y crecer. Nos da fuerza energética, mantiene viva la motivación. Es la fuerza transformadora. En el cuerpo físico se trasladaría al estómago, calor corporal, metabolismo. En la naturaleza a las estrellas, el sol y los animales. Un exceso del elemento fuego puede encender nuestra ira y agresividad, haciendo que la rabia gobierne nuestras acciones.

AIRE: El elemento aire nos da movimiento constante. El aire es refrescante, revive, seca, es ligero, frío y duro. Nos hace crecer y expandirnos, nos da libertad de movimientos, voluntad y compasión. Nos ayuda a evadirnos. En el cuerpo físico se trasladaría a los pulmones, los gases, la voz. En el mundo natural son los vientos y corrientes. Un exceso del elemento aire puede hacernos cambiables, con pensamientos erráticos y tener poco compromiso.

VACÍO: El elemento vacío es la unión de todos los elementos. Es la membrana unificadora. Es la energía pura, el espíritu, el pensamiento noble. Es el todo y el nada. Es el cielo, la muerte y la vida. Muchas veces es representado con una Flor de Loto. La flor que nace en el fango y se abre al cielo, hermosa y pura. 



Ilustraciones de Víctor Rivas
Textos e idea del Gorintö poético: Esther Vázquez

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