La poción
-Remena, remena, que esta poción no se hace sola. -Ay, Brujota, que sola estás aquí en lo alto de la vida. Aquellos aquelarres eternos de diversión desmedida a la luz de la luna. Los pies sangrantes y desnudos saltando alegres en la hoguera. Ay, Brujota, que sola estás aquí en lo alto de la vida. -Remena, remena, que esta poción no se hace sola. -Ay, Brujita, ¿dónde quedó la inocencia? Seguramente atrapada en un hechizo nigromante. O en una lucha desigual con el amorde poderes ajenos y perniciosos. Ay, Brujita, ¿dónde quedó la inocencia? -Remena, remena, que esta poción no se hace sola. -Ay, Brujilda, que triste estás en el lecho frío y ausente. Aquellas manos silenciosas y apasionadas. Las caricias de piel sudorosa y lasciva. Ay, Brujilda, que triste estás en el lecho frío y ausente. -Remena, remena, que esta poción no se hace sola. -Ay, Bruja, que melancolía tan rara te recorre por ...
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