¿Escritora Yogui o Yogui Escritora?

¿Escritora Yogui o Yogui Escritora?



Llevo días dándole vueltas (que digo días, llevo semanas, tal vez meses) a qué le doy prioridad, hacia dónde se inclina la balanza. Pero es imposible, soy incapaz de separar mis dos facetas.
Comencé a practicar yoga para comprender mejor mi cuerpo y sanarlo, al mismo tiempo, comencé a escribir con el objetivo de entenderme y que me entendieran. Para mí, realizar estas dos actividades en paralelo fue una revolución a todos los niveles.
Comprendí el poder de la escritura como motor de cambio a nivel mental y emocional. Comprendí la fuerza y flexibilidad que me otorgaba el yoga a nivel físico y espiritual.
Querer compartir mi imaginario llegó de manera natural, tanto con el yoga como con la escritura.
Publicar fotos en instagram de mis prácticas diarias, estudiar una formación de Yin Yoga, ser profesora y ayudar a que otras personas a abrir la puerta de la libertad que concede el yoga, me da calma y presencia.
Publicar dos libros siendo autora independiente, tener en el cajón esperando cuatro manuscritos más, todo ello con la idea de que mis historias fantásticas ayuden a abrir nuevos senderos de la imaginación, me da esperanza y curiosidad.

Y sinceramente yo no puedo vivir sin calma, presencia, esperanza y curiosidad. Ahora que he descubierto todo esto no quiero renunciar a nada. Lo quiero todo.

Escribir libros. Practicar cada día yoga y meditar. Publicar un libro. Guiar clases de yoga. Estudiar técnicas de escritura. Profundizar en como funciona y se mueve el cuerpo. Leer todo tipo de literatura. Ver vídeos y fotos de prácticas de yoga. Aprender de la experiencia de otros escritores y escritoras. Cultivar las cualidades de yoguis experimentados. Releer los clásicos. Escuchar las enseñanzas de venerados maestros y maestras. Libros. Prácticas. Capítulos. Secuencias. Párrafos. Asanas. Palabras. Meditar. 
Todo este batiburrillo existe en mi cabeza y lo amo con todas mis fuerzas. Forma parte de mí.

Así que he decidido no elegir. Mis dos facetas son una. Mis dos facetas son Esther.

Nota: nadie me ha ordenado elegir, es una de mis neuras. Quería dar prioridad a uno de mis dos blogs o maneras de intentar ganarme la vida. Sin embargo, después de mucho meditar me he dado cuenta que no quiero elegir, y por ello no pienso elegir. Este texto tan solo es una declaración de intenciones para mí misma.




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